sábado, 28 de junio de 2014

waking life (fragmento)



(El personaje principal caminando por la calle con un hombre que tiene una lata de gasolina – J.C. Shakespeare.) - Un hombre auto-destructivo se siente completamente enajenado, totalmente solo. Él es una persona ajena a la comunidad humana. Piensa de sí mismo: "Debo estar loco". Lo que no sabe es que la sociedad tiene, al igual que él, un interés establecido en pérdidas y catástrofes considerables. Estas guerras, hambrunas, inundaciones y terremotos satisfacen necesidades bien definidas. El hombre quiere caos. De hecho, él tiene que tenerlo. Depresión, conflictos, disturbios, asesinatos, todo este terror. Somos arrastrados irresistiblemente hacia el casi orgiástico estado creado a partir de la muerte y la destrucción. Está en todos nosotros. Nos deleitamos con ello. Claro, los medios de comunicación tratan de poner cara triste ante estas cosas, pintandolo como grandes tragedias humanas. Pero todos sabemos que la función de los medios de comunicación nunca ha sido eliminar los males del mundo, no. Su trabajo es persuadirnos a aceptar estos males y acostumbrarse a vivir con ellos. Los poderes de turno quieren que seamos observadores pasivos. Che, ¿tenés un fósforo? Y nos han dado otras opciones fuera del ocasional y puramente simbólico, acto participativo de votar. ¿Querés el títere de la derecha o el títere de la izquierda? Creo que ha llegado el momento de proyectar mis propias deficiencias e insatisfacciones dentro los regímenes sociopolíticos y científicos: dejemos que mi propia falta de voz se escuche. 
(Él derrama combustible sobre sí mismo y se prende fuego.) 

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