sábado, 17 de febrero de 2018

Oscuridad - Lord Byron

Oscuridad.
Darkness, Lord Byron (1788-1824)

Tuve un sueño, que no era del todo un sueño.
El brillante sol se apagaba, y los astros
vagaban diluyéndose en el espacio eterno,
sin rayos, sin senderos, y la helada tierra
oscilaba ciega y oscureciéndose en el aire sin luna;
la mañana llegó, y se fue, y llegó, y no trajo
consigo el día,
Y los hombres olvidaron sus pasiones ante el terror
de esta desolación; y todos los corazones
se helaron en una plegaria egoísta por luz;
y vivieron junto a hogueras —y los tronos,
los palacios de los reyes coronados— las chozas,
los hogares de todas las cosas que habitaban,
fueron quemadas en las fogatas; las ciudades se consumieron,
Y los hombres se reunieron en torno
a sus ardientes refugios
para verse nuevamente las caras unos a otros;
Felices eran aquellos que vivían dentro del ojo
de los volcanes, y su antorcha montañosa:
Una temerosa esperanza era todo lo que el mundo contenía;

Se encendió fuego a los bosques - pero hora tras hora
Fueron cayendo y apagándose —y los crujientes troncos
se extinguieron con un estrépito—
y todo fue negro.

Las frentes de los hombres, a la luz sin esperanza,
tenían un aspecto no terreno, cuando de pronto
los haces caían sobre ellos; algunos se tendían
y escondían sus ojos y lloraban; otros descansaban
sus barbillas en sus manos apretadas, y sonreían;
y otros iban rápido de aquí para allá, y alimentaban
sus pilas funerarias con combustible,
y miraban hacia arriba
con loca inquietud al sordo cielo,
El sudario de un mundo pasado; y entonces otra vez
con maldiciones se arrojaban sobre el polvo,
y rechinaban sus dientes y aullaban; las aves silvestres chillaban,
y, aterrorizadas, revoloteaban sobre el suelo,
y agitaban sus inútiles alas; los brutos más salvajes
venían dóciles y trémulos; y las víboras se arrastraron
y se enroscaron entre la multitud,
siseando, pero sin picar —y fueron muertas para ser alimento:
y la Guerra, que por un momento se había ido,
se sació otra vez—; una comida se compraba
con sangre, y cada uno se hartó, resentido y solo
atiborrándose en la penumbra: no quedaba amor;
toda la tierra era un solo pensamiento
y ese era la muerte,
Inmediata y sin gloria; y el dolor agudo
del hambre se instaló en todas las entrañas —hombres
morían—, y sus huesos no tenían tumba,
y tampoco su carne;
el magro por el magro fue devorado,
y aún los perros asaltaron a sus amos,
todos salvo uno,
Y aquel fue fiel a un cadáver, y mantuvo
a raya a las aves y las bestias y los débiles hombres,
hasta que el hambre se apoderó de ellos, o los muertos que caían
tentaron sus delgadas quijadas; él no se
buscó comida,
Sino que con un gemido piadoso y perpetuo
y un corto grito desolado, lamiendo la mano
que no respondió con una caricia —murió.

De a poco la multitud fue muriendo de hambre;
pero dos
de una ciudad enorme sobrevivieron,
y eran enemigos; se encontraron junto
a las agonizantes brasas de un altar
donde se había apilado una masa de cosas santas
para un fin impío; hurgaron,
y temblando revolvieron con sus manos delgadas y esqueléticas
en las débiles cenizas, y sus débiles alientos
soplaron por un poco de vida, e hicieron una llama
que era una burla; entonces levantaron
sus ojos al verla palidecer, y observaron
el aspecto del otro —miraron, y gritaron, y murieron—
De su propio espanto mutuo murieron,
sin saber quién era aquel sobre cuya frente
la hambruna había escrito Enemigo.
El mundo estaba vacío,
lo populoso y lo poderoso —era una masa,
sin estaciones, sin hierba, sin árboles, sin hombres, sin vida -
una masa de muerte— un caos de dura arcilla.

Los ríos, lagos, y océanos estaban quietos,
y nada se movía en sus silenciosos abismos;
las naves sin marinos yacían pudriéndose en el mar,
y sus mástiles bajaban poco a poco; cuando caían
dormían en el abismo sin un vaivén -
Las olas estaban muertas; las mareas estaban en sus tumbas,
Antes ya había expirado su señora la luna;
Los vientos se marchitaron en el aire estancado,
Y las nubes perecieron; la Oscuridad no necesitaba
De su ayuda. Ella era el universo.

domingo, 25 de junio de 2017

Los inmortales J. L. Borges

"... Nadie es alguien, un solo hombre inmortal es todos los hombres. Como Cornelio Agrippa, soy dios, soy héroe, soy filósofo, soy demonio y soy mundo, lo cual es una fatigosa manera de decir que no soy.
El concepto del mundo como sistema de precisas compensaciones influyó vastamente en los Inmortales. En primer término, los hizo invulnerables a la piedad. He mencionado las antiguas canteras que rompían los campos de la otra margen; un hombre se despeñó en la más honda; no podía lastimarse ni morir, pero lo abrasaba la sed; antes de que le arrojaran una cuerda pasaron setenta años. Tampoco interesaba el propio destino. El cuerpo no era más que un sumiso animal doméstico y le bastaba, cada mes, la limosna de unas horas de sueño, de un poco de agua y de una piltrafa de carne. Que nadie quiera rebajarnos a ascetas. No hay placer más complejo que el pensamiento y a él nos entregábamos. A veces, un estímulo extraordinario nos restituía al mundo físico. Por ejemplo, aquella mañana, el viejo goce elemental de la lluvia. Esos lapsos eran rarísimos; todos los Inmortales eran capaces de perfecta quietud; recuerdo alguno a quien jamás he visto de pie: un pájaro anidaba en su pecho.
Entre los corolarios de la doctrina de que no hay cosa que no esté compensada por otra, hay uno de muy poca importancia teórica, pero que nos indujo, a fines o a principios del siglo X, a dispersarnos por la faz de la Tierra. Cabe en estas palabras Existe un río cuyas aguas dan la inmortalidad; en alguna región habrá otro río cuyas aguas la borren. El número de ríos no es infinito; un viajero inmortal que recorra el mundo acabará, algún día, por haber bebido de todos. Nos propusimos descubrir ese río.
La muerte (o su alusión) hace preciosos y patéticos a los hombres. Éstos se conmueven por su condición de fantasmas; cada acto que ejecutan puede ser el último; no hay rostro que no esté por desdibujarse como el rostro de un sueño. Todo, entre los mortales, tiene el valor de lo irrecuperable y de lo azaroso. Entre los Inmortales, en cambio, cada acto (y cada pensamiento) es el eco de otros que en el pasado lo antecedieron, sin principio visible, o el fiel presagio de otros que en el futuro lo repetirán hasta el vértigo. No hay cosa que no esté como perdida entre infatigables espejos. Nada puede ocurrir una sola vez, nada es preciosamente precario. Lo elegíaco, lo grave, lo ceremonial, no rigen para los Inmortales. ,,,"

viernes, 29 de enero de 2016

lunes, 5 de octubre de 2015

Pet Sematary - S. King (cita)

"- El fondo del corazón humano es aún más árido, Louis - Susurró el muchacho -. El hombre siembra sólo aquello que puede. Y lo cuida" Pet Sematary - S. King

sábado, 3 de octubre de 2015


No, no tenía miedo. Lo planee todo, paso por paso hasta el final, y todo salió como lo esperaba, como debía salir, lo cuál es curioso ¿Sabe? Siempre tuve una cierta percepción de los hechos venideros que me ayudaba a prepararme, siempre estuve seguro de lo que iba a pasar como para seguir adelante… ¿Por qué lo hice? Fácil, porque en verdad quería hacerlo, quería devorarme cada centímetro de sus nervios y beber cada gota de sus lágrimas. No necesitaba otra razón, ni odio, ni falta de amor, nada por el estilo, al carajo con las interpretaciones y el psicoanálisis, le quitaría los párpados a cualquiera para que no cierre los ojos mientras yo trabajo, lo haría con usted si me deja.
 Pero por favor, no se deje llevar por esa trivialidad de la edad y de cuánto tiempo (que para ustedes siempre es poco) llevo arrastrando los pies sobre esta tierra. Tampoco crea que soy un maniático desquiciado o algún esquizofrénico al cual hay que medicarlo (o más bien drogarlo), tirarlo en una jaula y dejarlo que se pudra con el tiempo, no, nada de eso señor, en todo caso el enfermo es usted o todos ustedes, ya verá que nada nos diferencia, nada nos separa, usted y yo somos lo mismo y no solo nosotros sino tal vez toda la sala, todo el edificio, toda la ciudad y ¿Por qué no? ¡Todo el mundo!, lo único que varía es que ustedes son cínicos y acá son muy pocos los que demuestran su verdadera persona, ¿De qué se esconden? Digo yo. El problema acá es la falta de responsabilidad ante quienes somos, ante quién es usted para usted mismo y quien demuestra ser para los demás. Bueno, esto soy yo al descubierto, esta es mi mente, esta es mi esencia, con la cuál cualquiera puede hacer lo que quiera o más bien lo que pueda, estoy convencido que al no poder comprender me limitan, se limitan y continúan viviendo sus vidas mediocres dejando que los demás hagan y piensen cosas por ustedes, decidiendo no decidir con una falsa seguridad de que ustedes no tienen la culpa de nada, reprimiendo sus impulsos, sus pensamientos, ¡Sus ideas! ¿de dónde cree usted que viene todo aquello? Es en uno mismo que se gesta la insostenible verdad, pero mire con atención que complicado se le hace al portador de la misma comprenderla, aceptarse luego de cuestionarse una y mil veces. Preguntarme si me arrepiento es una obviedad, no lo intente, bien se denota que no siento una mínima de arrepentimiento, no sabe usted cuanto tuve que luchar para aceptar mi sombra, pero ¿Sabe usted si ya ha aceptado la suya?.
 ¿Qué quiere que le cuente el hecho? Si busca una confesión ya esta hecha, sin embargo puedo contarla de nuevo, pero  ¿Cómo saber si me comprende? Si en realidad puede aceptar que la palabra “sabor” salga de mi boca y entre a su oído para decodificar el símbolo sonoro. Pero estoy seguro que no me entendería, usted y su mente aún no han saboreado lo mismo que yo, y tal vez se encuentre “intoxicado” de la mera sugestión. Sin embargo le voy a pedir que abra su mente, no para salvarme, porque se muy bien que estoy muy lejos de salvarme de las manos de unos cuantos, donde la mayoría siempre tiene la razón, sino más bien para que comprenda que hay caminos parecidos aunque lo que menos queremos es parecernos.
 Un año atrás conocía a Walter, al verlo por primera vez supe que lo quería, que debía acercarme a él de cualquier forma, también sabia como iba a terminar. Estaba sentado al sol en plaza San Martin justo en uno de sus escalones, lo recuerdo con mucha claridad, vestía un jean clásico y azul, una campera negra y lentes de marco fino, leía un libro de Julio Cortázar, Rayuela para ser mas exacto (Lo ví bien para tener un tema de conversación a la hora de acercarme) Pero lo que más me llamo la atención fue su piel, blanca, fresca, parecía de porcelana y dejaba translucir el verdor de las venas en las manos, quede completamente fascinado con su piel, y aunque su contextura física era normal también se hacía imponente, alto y delgado, lo contemple desde unos siete o diez metros de distancia, pero no me acerqué, algo me había dejado estático y contemplativo, sin embargo tenía la seguridad de volver a verlo no sabía bien cuando, pero lo volvería a ver.
 Estuve toda la semana yendo al parque, y al menos lo vi tres veces más llegar, sentarse y leer, pero solo me limite a observarlo, calcule la hora, el tiempo que se tomaba, sus gestos, me centre en cada uno de los detalles que podía observar a distancia. La semana próxima me decidí y tímidamente me acerque a hablarle, su primera reacción (era de esperar) fue ponerse nervioso y querer irse, tuve que ser excesivamente cortes y convencerlo de que mis intenciones no eran maliciosas con mis mejores modales. Hablamos de literatura, o más bien de lo que él creía que era la literatura. Para serte sincero no era tan brillante, tampoco perspicaz, era una persona muy sentimentalista que se dejaba arrastrar por el momento a dónde sea, quizá eso me hizo las cosas aún más fáciles. Me tome mi tiempo para cosechar su confianza, jugando a inventar la casualidad me lo cruzaba en lugares diferentes dado que pude estudiarme bien sus horarios y por dónde frecuentaba, era una persona de costumbres y muy repetitiva, siempre los mismos paisajes, las mismas pocas caras, los mismos hábitos. Cuando él supuso que había pasado un tiempo considerable me abrió las puertas de su confianza (Porque todo el mundo estima que todas estas cosas necesitan un ritual y un tiempo determinado), nos hicimos amigos, me conto de su niñez, de sus trabajos, de su familia, supe de todas esas historias que él quería rememorar a falta de pensamientos propios, como si las vivencias fueran más importantes que las ideas, pero así fue, para cada imagen había una historia adherida al recuerdo, una historia digna de contar (al menos para él), yo escuchaba atento pero siempre observando su piel, su piel pálida que contrastaba con el color de su pelo o de sus ojos.
 En fin, al cabo de unos largos meses sabía mucho de él, más que él mismo, sabia inclusive la historia de su cicatriz del pie derecho que fue porque de chico callo de un árbol con los pies en una madera la cual tenía un clavo, yo solía decirle que aquello parecía un estigma, claramente no lo era y claramente no me interesaban esos cuentos mediocres, pero me limitaba a oír y analizar sin que lo notara, quería conocer bien a fondo a aquella persona. También note que arrastraba la letra “R”, que cuando se ponía nervioso tartamudeaba, que nunca se había peleado (o defendido) en su vida, que cuando no tenía uñas que morderse se mordía la piel de los dedos, hasta descubrí una obsesión bastante peculiar por los aromas, siempre estaba bien perfumado, en su casa había sahumerios, maquinas que lanzaban perfume como balas cada media hora, todo siempre muy en orden (eso me irritaba terriblemente) y limpio, ¡hasta en su patio había sembrado hierbas aromáticas! Creo que tuve un gesto  al final con eso, pudo ser un homenaje a la persona, mas no al hombre en sí.
 La semana pasada tuve que hacerlo, debo confesar que me había encariñado un poco con esta persona, pero siempre tuve en mente mi finalidad, era de lo único que estaba seguro y hacia donde todo me debía llevar. De ahí en más no sabía nada, tampoco como llegar, pero cada vez sentía más fuerte un impulso que me obligaba a avanzar, y cada vez que avanzaba me sentía más y más cómodo, alegre y ansioso…

miércoles, 16 de septiembre de 2015

"Yo puedo querer adherirme a un partido, escribir un libro, casarme; todo esto no es mas que la manifestación  de una elección mas original, mas espontánea que lo que se llama voluntad. Pero si verdaderamente la existencia precede a la esencia, el hombre es responsable de lo que es." J. P. Sartre "El existencialismo es un humanismo"

miércoles, 9 de septiembre de 2015



Dead as dead can be
My doctor tells me
But I just can't believe him
Ever the optimistic one

I'm sure of your ability
To become my perfect enemy

Wake up and face me
Don't play dead 'cause maybe
Someday I will walk away and say
You disappoint me
Maybe you're better off this way

Leaning over you here
Cold and catatonic
I catch a brief reflection
Of what you could and might have been
It's your RIGHT and your ability
To become my perfect enemy


Wake up 
(Why cant you?)
And face me
(Come on now)
Don't play dead 
(Dont play dead)
'Cause maybe

(Because maybe)
Someday 
(Someday)
I will walk away and say
You disappoint me
Maybe you're better off this way

Maybe you're better off this way (×4)
You're better off this (×2)
Maybe you're better off...

Wake up 
(Why can't you?)
And face me
(Come on now)
Don't play dead 
(Dont play dead)
'Cause maybe
(Because maybe)
Someday 
(Someday)

I will walk away and say
You fucking disappoint me

Maybe you're better off this way
!

Go ahead and play dead
(GO!)
I know that you can hear this
(GO!)
Go ahead and play dead
(GO!)

Why can't you turn and face me?
(WAKE UP!) 
Why can't you turn against me?
(WAKE UP!)
Why can't you turn against me?
(WAKE UP!)
Why can't you turn against me?
(GO!)
You fucking disappoint me

La pata de mono ( W. W. Jacobs) por Alberto Laiseca


jueves, 3 de septiembre de 2015

Jorge Luis Borges - El otro (fragmento)

Eramos demasiado distintos y demasiado parecidos. No podíamos engañarnos, lo cual hace difícil el dialogo. Cada uno de los dos era el remendo cricaturesco del otro. La situación era harto anormal para durar mucho más tiempo. Aconsejar o discutir era inútil, porque su inevitable destino era ser el que soy.

viernes, 28 de agosto de 2015

J. L. Borges (La espantosa) esfera de pascal (fragmento)

“En aquel siglo desanimado, el espacio absoluto que inspiró los hexámetros de Lucrecio, el espacio absoluto que había sido una liberación para Bruno, fue un laberinto y un abismo para Pascal. Éste aborrecía el universo y hubiera querido adorar a Dios, pero Dios, para él, era menos real que el aborrecido universo. Deploró que no hablara el firmamento, comparó nuestra vida con la de náufragos en una isla desierta. Sintió el peso incesante del mundo físico, sintió vértigo, miedo y soledad, y los puso en otras palabras: “La naturaleza es una esfera espantosa, cuyo centro está en todas partes y la circunferencia en ninguna.”

martes, 18 de agosto de 2015



 Vas a matarme con tu forma de ser

jueves, 23 de julio de 2015


Memorias del Subsuelo - Fiódor Dostoievsk

Admito que el hombre es un animal esencialmente constructor, obligado a dirigirse a sabiendas a un objetivo, sea el que fuere. Si es un ingeniero, ha de trazar sin descanso nuevas vías en no importa qué direcciones. Pero quizá precisamente por esta causa siente a veces el deseo de salirse por la tangente. Lo hace no sólo porque está condenado a trazar caminos, sino también porque, por muy necio que sea el hombre de acción, comprende a veces que los caminos conducen siempre a alguna parte, y que no es su dirección lo que importa, sino el hecho de que lo conduzcan a un lugar determinado. Así, al hombre juicioso no se le ocurrirá despreciar su profesión de ingeniero y no se entregará a la pereza, la cual es, como todo el mundo sabe, la madre de todos los vicios. Es indiscutible que al hombre le encanta trazar y construir caminos; pero también adora la destrucción y el caos. ¿Por qué?, díganme… Pero antes quiero decir algo más sobre este asunto.  Tal vez le gusten la destrucción y el caos (a veces le gustan; esto es indiscutible), porque tiene un temor instintivo a alcanzar la meta y terminar el edificio que construye. ¡Vaya usted a saber! Acaso este edificio sólo le gusta de lejos. Puede ser que le guste construirlo, pero no vivir en él, y esté dispuesto a abandonarlo aux animaux domestiques: a las hormigas, a los carneros, etc. Las hormigas tienen otros gustos; poseen un edificio verdaderamente extraordinario en su género: el hormiguero. Las dignas hormigas empezaron construyendo hormigueros, y es probable que sigan construyéndolos eternamente, lo que hace honor a su constancia y a su sentido práctico. Pero el hombre es un ser versátil, y es posible que, como al jugador de ajedrez, le guste sólo la acción, sin importarle el objetivo que se puede alcanzar. Y, ¿quién sabe?, acaso el único objetivo que persigue la humanidad consista en ese esfuerzo, en esa acción; dicho de otro modo, tal vez la vida no tenga meta exterior, meta que, evidentemente, no puede ser más que ese «dos y dos son cuatro», es decir, una fórmula. Ahora bien, «dos y dos son cuatro» es un principio de muerte y no un principio de vida. En todo caso, el hombre teme siempre a ese «dos y dos son cuatro», y yo también le temo.

Fiódor Dostoievsk

lunes, 20 de julio de 2015




When I feel you near me little girl,


I know you are my one desire.

miércoles, 15 de julio de 2015




“Encargo” (J. Cortázar)

No me des tregua, no me perdones nunca.
Hostígame en la sangre, que cada cosa cruel sea tú que
vuelves.

¡No me dejes dormir, no me des paz!
Entonces ganaré mi reino,
naceré lentamente.

No me pierdas como una música fácil, no seas caricia ni
guante
;
tállame como un sílex, desespérame.
Guarda tu amor humano, tu sonrisa, tu pelo. Dálos.
Ven a mí con tu cólera seca de fósforos y escamas.
Grita. Vomítame arena en la boca, rómpeme las fauces.
No me importa ignorarte en pleno día,
saber que juegas cara al sol y al hombre.
Yo te pido la cruel ceremonia del tajo,
lo que nadie te pide: las espinas
hasta el hueso. Arráncame esta cara infame,
oblígame a gritar al fin mi verdadero nombre.



Cenizas del tiempo consumido y estático. Tanta violencia y tanta furia, pero bajo el ala de un dragón hay tanta paz.

martes, 14 de julio de 2015

En cambio usted me tiene que reconocer que le enseñe todo lo que sabe pero no todo lo que sè...

domingo, 12 de julio de 2015

Según el médico psiquiatra, psicólogo y ensayista suizo Carl Gustav Jung, el principio de causalidad afirma que la relación entre causa y efecto es algo nec esario, pero el principio de sincronicidad asegura que los términos de una coincidencia significativa están relacionados por simultaneidad y por el significado.
 En este sentido, Sincronicidad es el término elegido ,por Jung, para aludir a “la simultaneidad de dos sucesos vinculados por el sentido pero de manera acausal”.
 Asimismo, la sincronicidad se describe “como una relación entre tiempo y espacio psíquicamente condicionada”

miércoles, 8 de julio de 2015

"Marla era como esa herida en el paladar que sanaría si dejaras de tocarla con la punta de la lengua, pero simplemente no puedes"

martes, 7 de julio de 2015

Acto Creativo - C. Bukowski

Por el huevo roto en el suelo
Por el 5 de julio
Por el pez en la pecera
Por el viejo de la habitación nº 9
Por el gato sobre el muro

Por ti mismo

No por la fama
Ni por el dinero

Tienes que seguir luchando

Cuanto te haces viejo
Disminuye el atractivo

Es más fácil cuando se es joven

Cualquiera puede alcanzar
Las alturas alguna que otra vez

La clave consiste en
Resistir

Cualquier cosa que sirva
Para que

Esta vida siga bailando
Frente a
Doña Muerte.




De mis preferidos, Bukowski es el màs maldito.

domingo, 5 de julio de 2015

viernes, 3 de julio de 2015

Cita - J. P. Sartre

«Existo. Es algo tan dulce, tan dulce, tan lento. Y leve; como si se mantuviera solo en el aire. Se mueve. Por todas partes, roces que caen y se desvanecen. Muy suave, muy suave». 


'La Nausea' - Sartre

domingo, 28 de junio de 2015

"Me gustan los valientes, pero no basta manejar bien la espada; ¡también hay que saber a quien se hiere! Y muchas veces hay más valor en abstenerse y seguir adelante, a fin de reservarse para un enemigo más digno."





lunes, 22 de junio de 2015




You told me i'm the only one
Sweet little angel- you should have run

Lying, crying, dying to leave
Innocence creates my hell