domingo, 4 de mayo de 2014

Jorge Luis Borges - Él

Los ojos de tu carne ven el brillo
Del insufrible sol, tu carne toca
Polvo disperso o apretada roca;
El es la luz, lo negro y lo amarillo.
Es y los ve. Desde incesantes ojos

Te mira y es los ojos que un reflejo Indagan
y los ojos del espejo,
Las negras hidras y los tigres rojos.
No le basta crear. Es cada una
De las criaturas de Su extraño mundo:

Las porfiadas raíces del profundo
Cedro y las mutaciones de la luna.

Me llamaban Caín. Por mí el eterno
Sabe el sabor del fuego del infierno.

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