Rendido al lujoso placer de tenerte, me sumerjo con una
eterna inocencia ante la idea de diversión. Mas no es así, el deseado placer es
egoísta, te corrompe, te destroza el alma con su dulce, dulce caricia; y acá
estamos, enfrentados sin saber a dónde correr, si consumirnos en esta, una
última llama que nos extinguirá inexorablemente o huir lejos el uno del otro,
como dos polos opuestos que se repelen.
Y el brío de mi corazón acelera el tiempo, se dilatan mis pupilas y la boca se me llena de saliva. Acá estoy, deseoso de envenenarme en tu recuerdo, de jugar la última carta y danzar por última vez, ¿qué se supone que debería hacer? Vale mil veces mas un segundo dentro de tus brazos que mil años de arrepentimientos, vale mas morir pecando que vivir mintiendo. Y sin embargo no lo hago. Ya te dije que extraño tu pálida piel, tus amargos labios y tus locos encantos.
¡Que mas da! Si algo ha de morir no será mi amor, tal vez mi cuerpo al fundirnos sangre con sangre, pero esta noche, sera la ultima aspiración del tiempo y el viento, el ultimo suspiro de mis días, el ultimo latido de mi corazón. Si no hay amor, entonces que no halla nada.
Y el brío de mi corazón acelera el tiempo, se dilatan mis pupilas y la boca se me llena de saliva. Acá estoy, deseoso de envenenarme en tu recuerdo, de jugar la última carta y danzar por última vez, ¿qué se supone que debería hacer? Vale mil veces mas un segundo dentro de tus brazos que mil años de arrepentimientos, vale mas morir pecando que vivir mintiendo. Y sin embargo no lo hago. Ya te dije que extraño tu pálida piel, tus amargos labios y tus locos encantos.
¡Que mas da! Si algo ha de morir no será mi amor, tal vez mi cuerpo al fundirnos sangre con sangre, pero esta noche, sera la ultima aspiración del tiempo y el viento, el ultimo suspiro de mis días, el ultimo latido de mi corazón. Si no hay amor, entonces que no halla nada.
Algo rápido, sepan disculpar.
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